La figura del asesor fiscal no solo es necesaria para gestionar el cumplimiento de las obligaciones tributarias de las empresas sino también de los particulares que deben realizar la declaración de ingresos en Hacienda. Además de elaborar las cuentas de la empresa y de velar por el cumplimiento de las obligaciones tributarias, el asesor fiscal ayuda a buscar el mayor ahorro fiscal posible dentro de la legalidad, evitando riesgos con la Agencia Tributaria.
Un buen asesor fiscal no es el que consigue que su cliente pague menos impuestos sino el que orienta para lograr un ahorro que se ajuste a las leyes tributarias. Un error, intencionado o no, que suponga defraudar a Hacienda tiene costosas consecuencias para el contribuyente, una situación en la que nadie desea verse involucrado.
Por tanto, los servicios que ofrece un asesor fiscal abarcan tanto gestión de cuentas como recomendaciones y consejos para que la carga fiscal sea lo más reducida posible sin incurrir en infracciones.
Funciones de un asesor fiscal
Algunos asesores se limitan a realizar las liquidaciones tributarias. Sin embargo, quienes se involucran para obtener los mejores resultados de cuentas para sus clientes ofrecen un servicio integral de asesoría que incluye servicios como los siguientes:
- Representar a sus clientes en sus relaciones con Hacienda para velar por el cumplimiento de sus obligaciones
- Interpretar la normativa tributaria para sus clientes ayudándoles a solucionar sus dudas y ofreciéndoles orientación en asuntos fiscales
- Defender los intereses de sus clientes en materia tributaria procurando el máximo ahorro sin incurrir en infracciones
- Elegir las mejores opciones para los problemas que puedan surgir en asuntos relacionados con la Agencia Tributaria
- Asesorar en otras cuestiones, como tributos locales y de las comunidades autónomas, derechos aduaneros, transmisión de bienes, sucesiones y patrimonio personal
El conocimiento sobre legislación tributaria, la experiencia y el manejo de herramientas telemáticas de la Administración son los tres pilares sobre los que se apoya un buen asesor fiscal para ayudar a sus clientes a optimizar su carga fiscal.