La auditoría interna es un mecanismo de control que ayuda a las empresas a diseñar los procedimientos más adecuados para cumplir sus objetivos, mejorar sus resultados y reducir los riesgos.

Por lo general, cuando una empresa llega a un determinado volumen necesita solicitar una auditoría interna para controlar los procesos y rentabilizar el negocio.

El crecimiento de la empresa suele ser un freno para que la dirección pueda verificar con garantías el cumplimiento de las funciones en todos los departamentos.

Mediante la auditoría interna se realiza un seguimiento objetivo de la gestión de la empresa y se plantean medidas correctoras si se considera necesario.

Entre otras cosas, este control sirve para detectar posibles fraudes o desvíos de capital, con lo que se incrementan las posibilidades de alcanzar los objetivos propuestos.

Fundamentalmente, la auditoría interna sirve para verificar los siguientes aspectos dentro de la empresa:

• Cumplimiento de los planes establecidos por la dirección
• Ejecución de controles operativos, contables y financieros
• Realización de control de inventario de los bienes de la empresa
• Comprobación de la veracidad de la información contable
• Elaboración de informes sobre posibles irregularidades
• Propuesta de recomendaciones para solventar los problemas detectados
• Vigilancia del cumplimiento de las recomendaciones propuestas
• Realización de investigaciones específicas solicitadas por la dirección