Como cualquier enfermedad, una empresa suele presentar síntomas inequívocos de la patología mucho antes del desenlace final, que vamos ignorando o mitigando, por no aceptar nuestra situación y tener todas nuestra ilusiones y fuerzas dedicadas en la continuidad de la empresa.
Aún y así es importante conocer qué indicadores nos permiten prevenir, o por lo menos conocer la realidad de nuestra situación, y no esperar al primer impago para diagnosticarlo.
Para un buen diagnóstico hay que realizar un análisis económico y financiero de nuestros estados financieros, pero de forma rápida podemos aplicar ciertas ratios que nos avisan de la salud económica de nuestra empresa.
Si hay una ratio por encima del resto que hemos de vigilar es el ACID TEST o ratio de tesorería que indica como es de buena la liquidez y solvencia de un negocio. La fórmula matemática es ponderar el disponible + el realizable sobre el pasivo circulante.
Realizable: Principalmente los derechos de cobro a clientes por las ventas realizadas o servicios prestados.
Disponible: El dinero que dispone la empresa en efectivo y en cuentas corrientes.
Pasivo Corriente: Deudas y obligaciones de la empresa en un plazo inferior al año.
Ratio de tesorería=Disponible + Realizable/Pasivo Corriente
Dependiendo del resultado nos encontraremos ante una situación correcta o incorrecta de nuestra tesorería. El resultado puede ser:
- >1 en este caso la tesorería es ociosa
- =1 tesorería correcta
- <1 que es la que nos interesa y deja la empresa en situación peligrosa
Otros de los ratios a controlar son el ratio de liquidez general y disponibilidad, que nos ayudan a confirmar la situación de liquidez de la empresa.
Ratio de Liquidez=Activo Corriente/Pasivo corriente
El valor de esta ratio se sitúa entre 1,5 y 2. En el caso que sea menor que 1,5 la empresa tendría serios problemas de liquidez lo que la llevarían a la empresa hacia una situación de concurso de acreedores.
Ratio de disponibilidad=Disponible/ Pasivo corriente
El valor de este ratio, debe estar en torno al 0,3. Como en los casos anteriores, si es menor a esta cifra, la empresa correría el riesgo de no poder hacer frente a los pagos.
Estos ratios junto con los de endeudamiento y autonomía financiera, que veremos en próximos artículos son algunos de los que hay que controlar trimestralmente, lo que supone que es imprescindible llevar una contabilidad correcta al día para asegurar la viabilidad del negocio.