En España, un falso autónomo es una persona que trabaja para una empresa como si fuera un trabajador autónomo, pero en realidad cumple con todas las características de un trabajador por cuenta ajena.
Las principales características de un falso autónomo en España son las siguientes:
- Depende económicamente de una única empresa: Si el 80% de los ingresos de una persona proceden de una única empresa, es probable que se trate de un falso autónomo.
- Ajenidad: la ajenidad en el trabajo se refiere al hecho de que los trabajadores ponen su trabajo y su capacidad productiva a disposición de la empresa, pero los resultados del trabajo no les pertenecen a ellos, sino a la empresa. Esto implica que los trabajadores no tienen control sobre su trabajo y no pueden tomar decisiones importantes sobre él. No tiene capacidad de decisión sobre su trabajo: Si una persona no puede tomar decisiones sobre su trabajo, no tiene capacidad de organizarse, ni puede elegir sus clientes o decidir cómo realizar su trabajo, es un indicio de que podría ser un falso autónomo.
- Trabaja en exclusiva para una empresa: Si un autónomo trabaja exclusivamente para una empresa durante un periodo prolongado de tiempo, es un indicio de que podría ser un falso autónomo.
- No puede subcontratar a otras personas: Si un autónomo no tiene la posibilidad de subcontratar a otras personas para realizar su trabajo, es un indicio de que podría ser un falso autónomo.
- Trabaja en las instalaciones de la empresa: Si un autónomo trabaja en las instalaciones de la empresa, utiliza los equipos de la empresa y sigue las directrices de sus jefes, es un indicio de que podría ser un falso autónomo.
En resumen, se puede considerar que un autónomo es un falso autónomo si trabaja para una empresa con un vínculo laboral que no se corresponde con la figura de un trabajador por cuenta propia. Esto puede llevar a la persona a no tener derechos laborales como un trabajador por cuenta ajena y puede tener consecuencias legales para la empresa que lo contrata.